viernes, 14 de febrero de 2014

REFLEXIONES DE UNA MARUJA CABREADA - primera parte


Me pregunto ¿que esta pasando con nuestros derechos?las cosas que antes eran normales y todo el mundo daba por lógicas están desapareciendo. ¿En que cabeza cabe que los sueldos en lugar de subir, bajen?, ¿quien ha sido el lumbreras que piensa que la economía puede funcionar si la gente tiene menos dinero para gastar?.
En nombre de una supuesta crisis nos están cambiando las normas del juego, derechos que costo“sangre sudor y lagrimas” conseguir, han desaparecido de un plumazo. Entiendo que un empresario tiene que ganar dinero, por supuesto, pero una empresa es un riesgo, deberían saberlo, unas veces se gana mas y otras menos (que no perder) tienen que buscar alternativas para mantener el interés en sus productos y facilitar el acceso a ellos al máximo de gente posible, solo vendiendo su producto pueden tener beneficios. Parece lógico ¿no?, pues ellos no lo ven así, se nutren de subvenciones, excusas para no pagar impuestos y por supuesto esclavizando aun mas a sus trabajadores, donde antes había tres operarios de producción ahora hay uno, con mas trabajo y menos sueldo, ese trabajador no tiene tiempo ni dinero para gastar en productos de consumo, en consecuencia algún otro negocio tendrá menos ganancias, sencillo ¿no?
Otro derecho que se ha perdido definitivamente me temo, es el derecho a la intimidad. Sé que si publicas las fotos de tu familia comiendo una paella en las redes sociales, te estas arriesgando a que una empresa de arroz la utilice para su publicidad, no debería ser, pero en ultima instancia tu subiste la foto voluntariamente a sabiendas de que podía pasar. No me refiero a esa intimidad, me refiero mas bien a las innumerables cámaras de seguridad que hay por todas partes, a las escuchas, clasificación y seguimiento de nuestras llamadas telefónicas y nuestros correos electrónicos ¿se puede saber en nombre de que, alguien tiene que controlar lo que digo o escribo? Nos están tratando a todos como si fuéramos terroristas, cuando los que provocan terror son solo “ellos” (algún día hablare de quienes son “ellos”)
Andamos por las calles sin ser conscientes de que nuestro fantástico y útil teléfono móvil esta indicando a quien sabe quien, nuestra posición, ¿para que? ¿A quien puede importarle? ¿A quien puede importarle por que calle transitamos y con quien estamos hablando? Eso es lo que controlan todas esas cámaras que hay en nuestras calles y que mayoritariamente ignoramos que están
Quizás alguien podría alegar que es por nuestra seguridad, para prevenir delitos pero... ¿es que espiar a los ciudadanos no es un delito? Bueno quizás ya no, quizás ya hay leyes que lo avalan, la cuestión es si nosotros, los ciudadanos de la calle estamos de acuerdo o nos parece que hay cosas mas importantes que regular en un estado de derecho, porque al fin y al cabo los hacedores de leyes no son mas que nuestros empleados, ¿trabajan para el pueblo no?
Pilar

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