Cuando
nos sentimos heridos, despreciados, mal tratados, es inevitable sentir
una punzada de dolor, se nos encoge el corazón y es muy parecido al
dolor físico, solo que no sabemos exactamente donde localizarlo.
También ocurre cuando perdemos a alguien o algo querido, es una
reacción refleja, se siente sin tiempo a pensar, es por tanto algo
inevitable.
Ahora bien, prolongar este dolor en el tiempo, hacerlo nuestra razón de ser, sufrir interminablemente es un acto inútil.
Cuando es demasiado tarde para cambiar las cosas, las palabras
dichas, recuperar lo perdido… de nada sirve lamentarse ni sufrir por
ello.
Debemos asumir los hechos, perdonar y perdonarnos, y seguir adelante,
no digo que se pueda olvidar a una persona que ha fallecido, ni
siquiera a una persona que ha dejado de querernos y esta haciendo su
vida al margen de nosotros.
Se trata de no sufrir por algo que no podemos cambiar, ni que decir
tiene que los agravios que nos causan tanto dolor son mucho mas fáciles
de superar.
Al fin y al cabo nadie puede herirte si tu no te sientes herido, es una cuestión de elegir como nos queremos sentir.
Lo que esta claro es que no conduce a nada sufrir por cosas que no
tienen remedio, eso solo conducirá a nuestra enfermedad física y mental.
Hay algo que yo suelo hacer en estos casos para liberarme de la pena, el fracaso o la perdida, ese algo es escribir.
Escribe una carta a esa persona que te agravio, a esa persona que se
fue o a ti mismo que fallaste, suelta lo que sientes, al ponerlo por
escrito seras mas consciente de la magnitud del hecho y al leerlo puede
que te des cuenta de que no había para tanto.
También es posible que tu propia inspiración te aclare las ideas y puedas comprender las cosas desde otro punto de vista.
En cualquier caso TU ELIGES como quieres sentirte.
Pilar.
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